Cuando alguien me pregunta qué material elegir para el baño, mi respuesta siempre es considerar tanto el estilo personal como las características de cada opción. A menudo, la elección entre cuarzo y granito se basa en distintas necesidades y presupuestos. El cuarzo es un material ingenierizado, lo que significa que está compuesto por un 90% de cuarzo natural mezclado con resinas. Esto le da una durabilidad y resistencia a manchas y arañazos que muchas veces supera a la del granito. Por otro lado, el granito es 100% natural, y cada pieza es única debido a sus variaciones de color y patrón.
Si me preguntas por el costo, el cuarzo suele ser más caro, a menudo entre un 20% y 30% más que el granito. Sin embargo, el cuarzo tiene la ventaja de ser no poroso, lo cual resulta en que no necesite sellado, a diferencia del granito que sí requiere mantenimiento periódico. Esto puede ser un factor importante para quienes buscan un mantenimiento más sencillo y menos costoso a largo plazo.
En cuanto a estética, el granito ofrece una belleza natural inigualable, pero el cuarzo no se queda atrás, ya que se puede fabricar en una amplia variedad de colores y patrones, algunos de los cuales imitan al granito u otras piedras.
Tomando como ejemplo a una empresa líder en la industria de las superficies como Cosentino, que ofrece líneas de productos de cuarzo como Silestone, vemos que estos materiales se han convertido en una opción popular tanto en proyectos residenciales como comerciales debido a su durabilidad y las opciones de diseño personalizadas.
Muchos se preguntan sobre la sostenibilidad de estos materiales. Si bien ambos pueden ser sostenibles, el cuarzo producido localmente o a partir de prácticas responsables puede tener un perfil ambiental más favorable. Este factor es crucial para los consumidores que cada vez valoran más la responsabilidad ambiental en sus decisiones de compra.
Personalmente, siempre les sugiero a mis amigos considerar el uso y la ubicación antes de tomar una decisión. Para baños de alta utilización, el cuarzo puede ser la opción ideal por su resistencia y facilidad de mantenimiento, mientras que para quienes aprecian las cualidades naturales y únicas, el granito puede ser la elección obvia. Al final del día, ambos materiales tienen mucho que ofrecer y pueden ser una adición hermosa y funcional a cualquier hogar.